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Las hernias pueden comenzar con síntomas sutiles, pero reconocerlos a tiempo es clave para evitar complicaciones. Saber cómo identificar los primeros signos te ayudará a buscar atención médica temprana y planificar el mejor tratamiento.

Bulto o protuberancia

El síntoma más común es la aparición de un bulto en el abdomen o la ingle, que puede hacerse más evidente al toser, levantar peso o estar de pie, y que a menudo desaparece al recostarse.

2. Molestia o dolor leve

Puedes sentir una sensación de pesadez, ardor o molestia en la zona donde aparece el bulto, especialmente al hacer esfuerzos. En las hernias hiatales (en el diafragma), el dolor puede sentirse como acidez o reflujo.

3. Aumento del bulto con actividad

El bulto suele agrandarse al realizar esfuerzos como cargar cosas pesadas, reírse fuerte, estornudar o al realizar ciertos movimientos.

4. Sensación de presión o tirantez

Algunos pacientes describen sentir como si “algo se moviera” o se “jalara” internamente al cambiar de posición.

5. Síntomas digestivos (en algunos casos)

En hernias hiatales o abdominales grandes, puede haber:

  • Náuseas leves o sensación de llenura rápida.
  • Acidez estomacal frecuente.
  • Dificultad para tragar (en casos de hernia hiatal).

¡Cuidado con los signos de alarma!

Acude de inmediato al médico o a urgencias si notas:

  • Dolor intenso y repentino en el área de la hernia.
  • Bulto que no se reduce al acostarte o al presionarlo suavemente.
  • Cambios en el color de la piel sobre el bulto (enrojecimiento, tono azulado o morado).
  • Fiebre, náuseas o vómitos persistentes.
    Estos pueden ser signos de una hernia incarcerada o estrangulada, situaciones que requieren cirugía urgente.

Conclusión

Si detectas un bulto o alguno de estos síntomas, no lo ignores. Consulta a un especialista para confirmar el diagnóstico y planificar el tratamiento adecuado. Detectar una hernia a tiempo puede evitar complicaciones graves y facilitar la recuperación.

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