Hernia incarcerada vs. estrangulada: ¿cuál es la diferencia y cuándo preocuparse?
Las hernias pueden pasar de ser una molestia a convertirse en una emergencia médica si no se tratan a tiempo. Dos términos clave que debes conocer son hernia incarcerada y hernia estrangulada, pero ¿qué significan y en qué se diferencian?
¿Qué es una hernia incarcerada?
Una hernia se considera incarcerada cuando el contenido que protruye (generalmente un segmento de intestino o grasa) queda atrapado fuera del abdomen y no puede regresar a su lugar ni al recostarse ni al presionarlo suavemente.
Características de una hernia incarcerada:
- Bulto firme y doloroso que no se reduce.
- Dolor creciente, pero aún con flujo sanguíneo preservado.
- Puede causar náuseas, vómitos o dificultad para evacuar si se compromete el intestino.
Importante: una hernia incarcerada es una urgencia que debe evaluarse de inmediato, porque puede progresar a estrangulación.
¿Qué es una hernia estrangulada?
Una hernia estrangulada ocurre cuando el contenido atrapado en la hernia pierde su irrigación sanguínea, provocando isquemia y muerte del tejido. Esto puede derivar en necrosis intestinal, peritonitis y poner en riesgo la vida del paciente.
Características de una hernia estrangulada:
- Dolor intenso, constante y que empeora rápidamente.
- Piel sobre el bulto enrojecida, morada o azulada.
- Fiebre, náuseas, vómitos y signos de obstrucción intestinal severa.
- Estado general comprometido (palidez, sudoración, mareos).
Es una emergencia absoluta que requiere cirugía inmediata para salvar el tejido y la vida del paciente.
Diferencia clave:
- Incarcerada: el contenido está atrapado, pero con flujo sanguíneo preservado.
- Estrangulada: el contenido atrapado ya no recibe sangre, lo que lleva a necrosis.
¿Qué hacer si sospechas una hernia incarcerada o estrangulada?
Si presentas un bulto que no desaparece, dolor severo, vómitos, fiebre o cambio de color en la piel de la hernia, acude de inmediato a un servicio de urgencias. No intentes manipularla en casa.
Conclusión
Saber diferenciar entre una hernia incarcerada y una estrangulada puede salvar vidas. Si tienes una hernia, mantente atento a los signos de alarma y sigue el plan de tratamiento indicado por tu especialista.


