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Hernia incarcerada vs. estrangulada: ¿cuál es la diferencia y cuándo preocuparse?

Las hernias pueden pasar de ser una molestia a convertirse en una emergencia médica si no se tratan a tiempo. Dos términos clave que debes conocer son hernia incarcerada y hernia estrangulada, pero ¿qué significan y en qué se diferencian?

Hernia estrangulada: ¿cuál es la diferencia y cuándo preocuparse? | Dr. Saúl Echeverría - Cirujano General y Laparoscópico en El Salvador

¿Qué es una hernia incarcerada?

Una hernia se considera incarcerada cuando el contenido que protruye (generalmente un segmento de intestino o grasa) queda atrapado fuera del abdomen y no puede regresar a su lugar ni al recostarse ni al presionarlo suavemente.

Características de una hernia incarcerada:

  • Bulto firme y doloroso que no se reduce.
  • Dolor creciente, pero aún con flujo sanguíneo preservado.
  • Puede causar náuseas, vómitos o dificultad para evacuar si se compromete el intestino.

Importante: una hernia incarcerada es una urgencia que debe evaluarse de inmediato, porque puede progresar a estrangulación.

Hernia incarcerada: ¿cuál es la diferencia y cuándo preocuparse? | Dr. Saúl Echeverría - Cirujano General y Laparoscópico en El Salvador

¿Qué es una hernia estrangulada?

Una hernia estrangulada ocurre cuando el contenido atrapado en la hernia pierde su irrigación sanguínea, provocando isquemia y muerte del tejido. Esto puede derivar en necrosis intestinal, peritonitis y poner en riesgo la vida del paciente.

Características de una hernia estrangulada:

  • Dolor intenso, constante y que empeora rápidamente.
  • Piel sobre el bulto enrojecida, morada o azulada.
  • Fiebre, náuseas, vómitos y signos de obstrucción intestinal severa.
  • Estado general comprometido (palidez, sudoración, mareos).

Es una emergencia absoluta que requiere cirugía inmediata para salvar el tejido y la vida del paciente.

Diferencia clave:

  • Incarcerada: el contenido está atrapado, pero con flujo sanguíneo preservado.
  • Estrangulada: el contenido atrapado ya no recibe sangre, lo que lleva a necrosis.

¿Qué hacer si sospechas una hernia incarcerada o estrangulada?

Si presentas un bulto que no desaparece, dolor severo, vómitos, fiebre o cambio de color en la piel de la hernia, acude de inmediato a un servicio de urgencias. No intentes manipularla en casa.

Conclusión

Saber diferenciar entre una hernia incarcerada y una estrangulada puede salvar vidas. Si tienes una hernia, mantente atento a los signos de alarma y sigue el plan de tratamiento indicado por tu especialista.

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